Proyecto: Justificación

Documentación del proyecto | 6 de junio de 2013
Durante la 90ª Conferencia Internacional del Trabajo en 2002, la OIT introdujo y definió el concepto de "economía informal", que realzó la idea de "sector informal" en el universo laboral. Este nuevo término abarca el dinamismo, la diversidad y la heterogeneidad de un grupo de trabajadores de una amplia gama de sectores. Algunos trabajadores se encuentran atrapados en la economía informal por falta de cumplimiento por parte de sus empleadores, pero otros operan en la informalidad debido a que el camino de la formalización es inadecuado y costoso. Lo que unifica a este universo económico diverso es que estos trabajadores sufren las peores condiciones de trabajo: Entornos laborales inseguros e insalubres, baja capacidad y productividad, ingresos bajos e irregulares, largas jornadas de trabajo, la falta de acceso a la información, créditos y mercados, la falta de acceso a la protección social. Los trabajadores de la economía informal son generalmente jóvenes y en su mayoría mujeres, que a veces pertenecen a las minorías más marginadas, como los trabajadores indígenas, discapacitados y migrantes.

Es evidente que la economía informal se mantiene en expansión en América Latina, y es el principal motor de creación de empleo. Las cifras de trabajadores de la economía informal son dramáticas en los países de América Central elegidos en esta propuesta. Un análisis de 2009 de la fuerza laboral en Centroamérica y la República Dominicana mostró un 60% de trabajadores en la economía informal. En Honduras y El Salvador los trabajadores del sector informal representan el 72,9% y 61,5%, respectivamente, de la fuerza total de trabajo. En Costa Rica, el porcentaje de trabajadores en la economía informal está por debajo de la media regional (38,4%), pero con una tendencia ascendente en los últimos años. En una comparación regional, los países elegidos para la intervención tienen porcentajes bajos, medios y altos de la economía informal, y diferentes niveles de capacidad de absorción de los trabajadores de la economía informal en sus sistemas formales actuales. La mayoría de estos trabajadores están al margen de los sistemas de protección jurídica y social.
El crecimiento de la economía informal es una cuestión de gobernanza. En términos generales, es generado por políticas sociales y macroeconómicas insuficientes e ineficientes, e instituciones débiles que no son capaces de aplicar correctamente la legislación laboral.

En un programa de protección de los derechos laborales de los trabajadores del sector informal, es fundamental no sólo prestar servicios a los trabajadores, sino también abordar las causas del problema a nivel institucional. La OIT entiende que la promoción de los derechos laborales en la economía informal es una tarea limitada. Los trabajadores no serán capaces de alcanzar la plena protección de sus derechos si se quedan en la informalidad, por lo tanto, los esfuerzos hacia la formalización son la clave.