Sustancias químicas y agentes biológicos nocivos

Muchos agentes y sustancias que se utilizan o se generan en el trabajo pueden ser perjudiciales para la salud. Entre ellos, los productos químicos en todas sus formas: sólidos, líquidos, gaseosos, incluidas nano partículas, y agentes biológicos como las bacterias, los virus u otros microorganismos que pueden provocar infecciones, reacciones alérgicas o ser de naturaleza tóxica. Los riesgos biológicos también comprenden la transmisión de enfermedades entre humanos, (VIH, hepatitis, gripe, etc.), o entre animales y humanos (paludismo, fiebre del dengue, enfermedad de Weil, etc.).

Son agentes y sustancias que pueden encontrarse en formas distintas o transmitirse de distinto modo, como los polvos, los gases o los vapores que se respiran, o los líquidos, geles o polvos que entran en contacto con los ojos, las membranas mucosas o la piel, y en algunos casos, pueden ingerirse por accidente. Por último, algunos agentes pueden inyectarse o transmitirse involuntariamente por picaduras, mordeduras o heces de animales.

Las sustancias y los agentes nocivos pueden estar presentes en cualquier cosa, desde pinturas a productos de limpieza, así como en el agua, la harina u otros productos en polvo, el humo de soldadura, los sistemas de aire acondicionado, la sangre y los residuos.

Los problemas de salud provocados por estos agentes y sustancias que se utilizan o se generan en el trabajo pueden evitarse. Muchos pueden perjudicar la salud, pero si se utilizan adecuadamente, casi nunca lo hacen.

Estudio de caso
A un peluquero se le diagnosticó dermatitis de contacto irritante causada por realizar tareas con agua. Las manos le escocían, le salían costras y le sangraban.

Qué medidas adoptó el empleador

Introdujo un sistema de cuidado de las manos, que incluye llevar guantes adecuados cuando los peluqueros lavan el pelo de los clientes con productos que contienen sustancias químicas.

Los trabajadores entienden que deben cuidarse las manos, lo que incluye lavárselas enseguida, secárselas cuidadosamente e hidratarlas a lo largo del día. Los miembros del personal se someten periódicamente a controles de la piel para asegurar que cualquier problema dermatológico se detecte en una fase temprana y pueda tratarse.

Estas medidas han ayudado a controlar la dermatitis y han permitido que el peluquero pueda seguir trabajando en lo que le gusta.

Cuáles son los peligros

Algunos agentes y sustancias pueden provocar asma u otras enfermedades, como cáncer. Muchos pueden dañar la piel, y algunos pueden provocar daños graves a largo plazo en los pulmones u otros órganos.

El efecto puede ser inmediato, como los mareos o el picor en los ojos, o gradual a lo largo de varias horas o de varios días en el caso, por ejemplo, de la biocontaminación, o tardar varios años en manifestarse, como las enfermedades pulmonares. Muchos de los efectos crónicos o a largo plazo no pueden curarse una vez la enfermedad se ha desarrollado.

Qué debería hacer el empleador

El empleador debería controlar adecuadamente la exposición en el lugar de trabajo a agentes y sustancias, tanto químicos como biológicos, que puedan provocar problemas de salud. Esto significa;
  • identificar qué agentes y sustancias nocivos pueden estar presentes, utilizarse o generarse en el lugar de trabajo;
  • determinar cómo pueden los trabajadores verse expuestos y perjudicados;
  • examinar qué medidas se aplican para evitar estos daños y decidir si son suficientes;
  • proporcionar información, instrucción y capacitación, y
  • prever vigilancia de la salud, cuando proceda.
En esta sección se explica de qué modo el empleador puede realizar una evaluación de los riesgos y decidir qué medidas de control es necesario adoptar.

Cómo realizar una evaluación de las sustancias y los agentes peligrosos para la salud

Esta evaluación debe concentrarse en los peligros y los riesgos derivados de agentes y sustancias en el lugar de trabajo.

Es importante recordar que los peligros para la salud no se limitan a los agentes y sustancias considerados "peligrosos". Algunos agentes y sustancias nocivos pueden producirse por el proceso de trabajo, por ejemplo, el serrín originado por el lijado, el polvo de sílice provocado por el corte de azulejos o los residuos sanitarios.

Identifique los peligros

  • identifique qué agentes y sustancias son nocivos leyendo las etiquetas y las fichas de datos de seguridad, así como teniendo en cuenta el entorno, que puede albergar peligros biológicos, por ejemplo, parásitos o bacterias;
  • si tiene dudas, contacte a su proveedor, e
  • incluya los agentes y sustancias nocivos producidos por procesos de trabajo, como cortes o esmerilados, u otros a los que los trabajadores puedan estar expuestos de otro modo.

Determine quién puede sufrir daños y cómo

  • ¿cómo pueden exponerse los trabajadores? Piense en cómo puede introducirse en el cuerpo (si la sustancia puede respirarse, transmitirse por la piel o incluso ingerirse) y en los efectos de la exposición según se transmita de uno u otro modo;
  • piense en la frecuencia y la duración de la exposición;
  • piense en si hay alguna otra persona que pueda estar expuesta;
  • no olvide a los trabajadores de mantenimiento, los limpiadores, los contratistas y otros visitantes o personas del público que podrían estar expuestos, y
  • piense también en las personas que podrían exponerse de forma accidental, por ejemplo, al limpiar, o si los controles fallan.

Evalúe los riesgos y decida qué precauciones es preciso tomar

Una vez que el empleador haya realizado la evaluación de los riesgos e identificado las sustancias y agentes nocivos presentes en el lugar de trabajo, y tras determinar cómo pueden resultar afectados los trabajadores, deberá reflexionar sobre la forma de impedir la exposición. Siguiendo la jerarquía de las medidas de control de los riesgos, debería preguntarse:
  • ¿es realmente necesario utilizar una sustancia o agente determinado, o es posible aplicar una alternativa más segura?
  • ¿puede modificarse el proceso para eliminar su utilización o su producción? Si no es posible, debe poner en marcha medidas de control adecuadas para reducir la exposición.
Más información
Si no es posible, las medidas pueden incluir lo siguiente: 

Modificación del proceso (incluido el medio ambiente de trabajo) para reducir los riesgos
  • considerar la posibilidad de modificar el proceso que se aplica para reducir el riesgo de exposición.
  • Por ejemplo, si se puede reducir la temperatura para disminuir la cantidad de vapor que se expulsa o utilizar gránulos en lugar de polvos ya que son menos finos..
Contención
  • encerrar el proceso o la actividad tanto como sea posible para minimizar el escape o emisión del agente o sustancia nocivo;
  • aplicar sistemas cerrados de transferencia y manipulación, y reducir al máximo la manipulación de materiales, y
  • extraer las emisiones del agente o sustancia cerca de la fuente utilizando equipos de extracción, por ejemplo, ventilación por extracción localizada o campanas de humos.
Sistemas de trabajo
  • restringir el acceso solamente a las personas cuya presencia es necesaria;
  • planificar el almacenamiento de los materiales, y utilizar los contenedores apropiados. Comprobar que los contenedores de almacenamiento son apropiados y están etiquetados adecuadamente, y que los materiales incompatibles, como por ejemplo los ácidos y los cáusticos, se almacenan por separado, y
  • planificar el almacenamiento y la eliminación de los residuos.
Limpieza
  • la exposición a sustancias o agentes peligrosos puede producirse durante la limpieza, por consiguiente, debe planificarse y organizarse el lugar de trabajo a fin de que pueda limpiarse con facilidad y efectividad;
  • las superficies de trabajo lisas facilitan la limpieza;
  • debe disponerse del equipo apropiado y aplicar los procedimientos adecuados para limpiar los vertidos con rapidez y seguridad, y
  • debe utilizarse con regularidad un método 'libre de polvo', preferiblemente a base de aspirar y no de barrer.
Tiene sentido que el empleador registre la evaluación y anote qué pasos ha seguido para identificar los riesgos. Es muy importante que haga una lista de las medidas que ha adoptado para controlar los riesgos para la salud de los trabajadores. Esta información debería proporcionarse a los trabajadores no incluidos entre los que han llevado a cabo la evaluación.

La evaluación de los riesgos debería revisarse con regularidad para asegurar que se mantiene actualizada y que se toma en consideración cualquier cambio en el lugar de trabajo.

Mantenimiento de los controles

Todos los componentes de las medidas de control deben comprobarse y revisarse periódicamente para asegurar que siguen siendo efectivos. Estas comprobaciones deberían contribuir a determinar si es necesario introducir mejoras, y deben:
  • incluir el mantenimiento de la instalación y los equipos; todos los equipos de ventilación deben ser examinados y comprobados regularmente por una persona competente (que cuente con las competencias, los conocimientos y la experiencia necesarios para realizar el trabajo de forma segura). Esta tarea puede incluir la medición del flujo de aire, las presiones en el sistema o el análisis de una muestra del aire de la sala de trabajo. Por lo general, todos los equipos de extracción deben examinarse y comprobarse de conformidad con la legislación nacional;
  • asegurar que se siguen todos los sistemas de trabajo, y revisándolos si no funcionan adecuadamente;
  • asegurar que los EPP son los adecuados (que ofrecen protección efectiva contra el riesgo identificado), se utilizan adecuadamente, están bien ajustados y se mantienen adecuadamente (cuando proceda), y
  • asegurar que los trabajadores están adecuadamente vacunados. Las vacunas ofrecen protección a nivel individual y colectivo.
El empleador puede necesitar asesoramiento de una persona competente en el área de trabajo de que se trate, (por ejemplo, un higienista ocupacional), cuando se trate de riesgos o de procesos potencialmente graves que sean difíciles de controlar,

Comprobaciones sencillas para controlar el polvo y la humedad

El polvo y el vapor finos son invisibles a la luz normal, pero pueden verse si se utiliza una linterna prevista a tal efecto. Si se utiliza correctamente, se trata de una herramienta barata y de gran utilidad para ayudar a identificar dónde hay problemas de polvo, como fugas, y si el sistema de extracción está funcionando correctamente.

La linterna para detectar el polvo debería ajustarse para difusión frontal de la luz. Apunte hacia la zona donde piensa que pueda haber una nube de polvo. Si es posible, reduzca la iluminación de la sala apagando el resto de luces. Ponga la linterna en posición 'on' y pasee por la sala, buscando las señales de luz con una ligera inclinación, a través del polvo en suspensión.
  • Observe la colocación y dispersión de la contaminación en las superficies.
  • Compruebe el indicador del flujo de aire en el sistema de extracción.
  • Compruebe cualquier daño o fuga del proceso.
  • Hable con el operador y invítele a notificar cualquier defecto que observe.
Estudio de caso
Una cocinera desarrolló problemas respiratorios tras trabajar con harina, y estar expuesta al polvo de ésta. Trabajaba en una sala pequeña y mal ventilada, sin nada que controlase su exposición al polvo de la harina. Contrajo un asma grave y, tras jubilarse anticipadamente por motivos de salud, recibió una indemnización.

Qué medidas adoptó el empleador

Instaló un sistema de extracción para retirar el polvo de harina e introdujo nuevas maneras de trabajar, como la utilización de una pala para recoger y trasladar la harina, y de rociadores para esparcirla y mantener limpia la zona de trabajo. El riesgo de que otros trabajadores contraigan asma ocupacional se ha reducido.

Ventilación

Ventilación general

  • Todos los lugares de trabajo necesitan un suministro adecuado de aire fresco.
  • Puede ser por medio de la ventilación natural, de puertas, ventanas, etc., o de ventilación controlada, en los casos en que el aire lo suministre y/o retire un ventilador eléctrico.
  • En una oficina o en una tienda, la ventilación natural bastará, por lo general, para controlar los polvos y los vapores generados por los productos de limpieza, entre otros.
  • Los sistemas de aire acondicionado deben mantenerse limpios y en condiciones, si no pueden provocar enfermedades respiratorias graves (legionelosis).
  • La ventilación eléctrica general que pueda programarse forma parte de una serie de medidas de control, por ejemplo, en un taller cuando se suelden piezas grandes.

Ventilación por extracción localizada

  • La ventilación por extracción localizada (VEL) es una solución de ingeniería de control para reducir la exposición al polvo, niebla, humos, vapores o gases en el lugar de trabajo.
  • Un sistema VEL diseñado adecuadamente extraerá el polvo, humos, gases o vapores a través de una campana o cabina alejada del trabajador.
  • Un sistema de extracción debería ser fácil de utilizar para los trabajadores y mantener el proceso lo más aislado posible.
  • Debería captar y contener eficazmente las sustancias y los agentes nocivos antes de que se diseminen en la zona de respiración y medio ambiente de trabajo de los trabajadores.
  • El aire debería filtrarse y liberarse a un lugar seguro.
  • El sistema debería ser lo suficientemente sólido para soportar el proceso y entorno de trabajo. Es importante mantenerlo en buenas condiciones y someterlo a comprobaciones para asegurar que funciona correctamente.
Más información
Qué debe evitar el empleador cuando utilice sistemas VEL

Los errores más habituales cuando se utilizan sistemas de extracción son los siguientes:
  • suele sobreestimarse la efectividad de las campanas pequeñas, hay que ser realista;
  • la campana suele encontrarse demasiado alejada del lugar donde se lleva a cabo el proceso;
  • la campana no abarca lo suficientemente el proceso;
  • el flujo de aire es inadecuado;
  • no se comprueba con regularidad si la extracción funciona, y
  • no se consulta a los trabajadores, por lo que no son conscientes de la importancia que tiene la extracción y no la utilizan correctamente.

Estudio de caso
Un trabajador de una fábrica de galvanoplastia contrajo asma ocupacional. Se estableció que en la fábrica se utilizaban sustancias químicas que pueden provocar asma, y que el aire contaminado estaba en contacto con los trabajadores. El trabajador tuvo que jubilarse anticipadamente por motivos médicos y recibió una indemnización.

Qué medidas adoptó el empleador

Instaló un sistema de extracción para retirar los vapores químicos, reduciéndose de este modo el riesgo de que los trabajadores contraigan asma ocupacional.

Pasos sencillos para evitar lesiones cutáneas

El empleador puede adoptar el enfoque de Evitar, Proteger y Comprobar:
  • Evitar el contacto directo entre las manos no protegidas y los agentes o sustancias y los productos y durante los trabajos húmedos siempre y cuando resulte razonable y práctico.
  • Proteger la piel. Evitar el contacto no siempre es posible, por lo que el empleador debe recordar a los trabajadores que se laven enseguida la piel de cualquier contacto contaminante. Las empresas deberían proporcionar algodón, papel o toallitas desechables para secar la piel. Informar a los trabajadores acerca de la importancia de secarse bien después de lavarse. Los trabajadores deberían protegerse la piel hidratándola con frecuencia, en particular al final del día. Es un modo de sustituir los aceites naturales que ayudan a mantener el buen funcionamiento de la barrera protectora de la piel.
  • Comprobar regularmente en qué estado se encuentran las manos para detectar las primeras señales de picor, sequedad o enrojecimiento de la piel; cuando los problemas cutáneos se detectan con prontitud, pueden tratarse y evitar que se agraven.
Recordar que, si bien las partes más expuestas son la cara, las manos y los pies, todas las partes del cuerpo, incluso las que están cubiertas por la ropa, pueden estar expuestas a peligros químicos o biológicos.

Estudio de caso
Los trabajadores de una empresa que utilizaba productos químicos fotográficos contrajeron una enfermedad de la piel llamada 'dermatitis alérgica por contacto'. Los síntomas de esta patología incluyen la aparición de ampollas, grietas, escamas, edemas y llagas.

Qué medidas preventivas debería haber adoptado el empleador

Debería haber considerado la posibilidad de utilizar productos químicos fotográficos distintos o haber diseñado un proceso para que los trabajadores evitasen entrar en contacto con la sustancia nociva.

El riesgo de que otros trabajadores contrajesen dermatitis alérgica por contacto se habría suprimido o reducido.

Límites de exposición en el lugar de trabajo

Además de controlar la exposición a sustancias y agentes peligrosos para la salud, el empleador debe conocer los límites legales sobre la presencia de muchos de estos agentes y sustancias en el aire del lugar de trabajo. Es lo que se llama límites de exposición en el lugar de trabajo y se refieren a las sustancias químicas.

Si se sabe que la sustancia provoca cáncer o asma (compruébese la etiqueta/la ficha de datos de seguridad), el empleador debe controlar la exposición en la medida en que sea razonablemente factible.

¿Son adecuados los controles que aplica el empleador?

Hay varios modos de decidir si lo son o no. Una manera sencilla es utilizando el gráfico 2, adaptado de la guía de la HSE sobre las normas de control de los agentes y sustancias peligrosos para la salud (COSHH).

Para muchos agentes y sustancias peligrosos hay orientaciones disponibles sobre buenas prácticas formuladas por asociaciones y proveedores comerciales e industriales, entre otros.

Gráfico 2. Cuadro de evaluación para comprobar si los controles son adecuados

Equipos de protección personal (EPP)

Cuando el empleador no pueda controlar adecuadamente la exposición por otros medios, debe suministrar EPP conjuntamente con otras medidas de control.

El empleador no debe optar automáticamente por los EPP como medida de control. No son tan fiables o efectivos como otras medidas.

Información y capacitación

  • Los trabajadores deben conocer el resultado de la evaluación de los riesgos del empleador y qué significa para ellos. El empleador les debe explicar cuáles son los peligros y los riesgos, así como informarles sobre cualquier límite de exposición en el lugar de trabajo y acerca de lo que deben hacer para protegerse.
  • El empleador debe informar a los trabajadores de los resultados de cualquier control de exposición que se lleve a cabo y de los resultados colectivos de la vigilancia de la salud.
  • El empleador debería utilizar la información que contienen las fichas de datos de seguridad y otras fuentes de información para formar e informar a los trabajadores.
  • Los trabajadores deberían saber qué hacer en caso de incidente, accidente (por ejemplo, vertido) o emergencia.
  • El empleador debería implicar a los trabajadores en la formulación de medidas de control para asegurarse de que son las adecuadas para el modo en que desempeñan su trabajo, así como alentarlos a sugerir mejoras y a notificar todo aquello que a su juicio no funciona bien.
  • El empleador debería proporcionar formación a los trabajadores sobre la utilización de los controles y de los EPP.
  • Cuando un contratista acude a un lugar de trabajo, también debe conocer los riesgos y el modo en que la empresa controla los riesgos. Además, el empleador debe saber si éste va a introducir agentes o sustancias peligrosas en las instalaciones, y como tiene previsto evitar los daños a los trabajadores.
  • Es conveniente mantener registros de formación básica.

Registro de los datos y revisión de las medidas

El empleador considerará de utilidad:
  • mantener un registro de la información obtenida sobre los riesgos para la salud y las medidas de control adecuadas para hacerles frente;
  • anotar cualquier exposición que se produzca, cuáles son las medidas de control y cómo mantienen el control, y
  • estar atento a lo que ocurre a su alrededor. Los cambios en los equipos, materiales o métodos pueden obligarle a replantearse decisiones adoptadas anteriormente.
Ampliar información
  1. Pon en tus manos la protección de la piel
  2. Napo en... el polvo en el trabajo  
  3. Napo presenta... Peligro: ¡Productos químicos! 
  4. Napo presenta... proteja su piel 
  5. Napo presenta ... los pulmones en el puesto de trabajo  

Agentes biológicos

Los agentes biológicos pueden provocar enfermedades, infecciones, intoxicaciones, alergias e incluso cáncer.

Son microorganismos bacterianos o virales, priones, protozoos, levaduras, hongos y todos sus compuestos. Los riesgos biológicos también incluyen la transmisión de enfermedades entre humanos (VIH, hepatitis, gripe, etc.) o entre animales y humanos (paludismo, fiebre del dengue, enfermedad de Weil, etc.).

Los peligros asociados están presentes en la mayoría de las situaciones de trabajo, en particular en la atención de salud, los servicios personales, la agricultura, las industrias agroalimentarias y en las actividades en el exterior que pueden sufrir contaminación de manera natural, por ejemplo, con la presencia de mosquitos.

En la mayoría de los lugares de trabajo, el riesgo de contraer una infección general, como un resfriado o la gripe, no es mayor que en cualquier otro lugar público y el empleador puede no tener que adoptar medidas al respecto. No obstante, para reducir las consecuencias de estas enfermedades, en particular en las personas más vulnerables, así como el ausentismo provocado por las mismas, una buena práctica pueden ser las campañas de vacunación contra la gripe.

Con todo, algunas personas que trabajan con animales están expuestas a parásitos y otras que prestan cuidados a personas, que trabajan en laboratorios o que limpian o manipulan materiales de desecho, pueden estar expuestas a agentes biológicos nocivos.

Son agentes que pueden provocar infecciones, si se respiran o se ingieren, o si penetran en la piel, enfermedades muy graves, incluidos cánceres, reacciones alérgicas o ser tóxicos (si producen veneno).

Qué debería hacer el empleador

La evaluación de los riesgos se lleva a cabo, en primer lugar, identificando el peligro siguiendo la cadena de transmisión desde el 'depósito' (del peligro biológico) al trabajador y, en segundo lugar, identificando las medidas de control del riesgo siguiendo la jerarquía de control, a fin de reducir la exposición. El riesgo de exposición debería controlarse tan pronto como sea posible en la cadena de transmisión.

La evaluación de los riesgos debe tomar en consideración el modo en que los trabajadores pueden exponerse a microorganismos (o a sangre o fluidos corporales, animales o productos animales, o materiales de desecho que se sepa contienen microorganismos). Por lo general, el empleador debería asumir que, a menos que se hayan tratado, los materiales de desecho humanos y animales, incluidas las aguas residuales, pueden contener microorganismos nocivos que pueden provocar infecciones.

Las personas que trabajan en el exterior deberían tomar precauciones si trabajan cerca de aguas estancadas, que pueden contener microorganismos nocivos debido a la contaminación. También pueden estar expuestos a los riesgos generados por las picaduras de insectos y las mordeduras de animales.

El empleador debería informarse sobre los tipos comunes de infección que conllevan un riesgo para su actividad laboral (y sobre cómo pueden estar expuestos los trabajadores u otras personas) y decidir si está haciendo lo necesario para impedir que se produzcan infecciones.

La buena noticia es que el control del riesgo de infección es relativamente sencillo, ya que a menudo basta con adoptar buenas medidas de higiene personal. Todos los trabajadores deben tener acceso a instalaciones de aseo limpias y adecuadas.

Las medidas de control importantes incluyen:
  • el suministro de ropa apropiada lavable/desechable;
  • el suministro de EPP (por ejemplo, guantes impermeables) y/o apósitos impermeables para cortes y abrasiones;
  • la puesta a disposición de contenedores adecuados y sistemas de trabajo seguros para manipular los desechos, incluida la eliminación de elementos punzocortantes contaminados (como las agujas);
  • el establecimiento de puestos de trabajo equipados con campanas de humos siempre que se trabaje con materiales contaminados, y
  • el suministro de vacunas efectivas. Así, por ejemplo, es aconsejable aplicar la vacuna de la hepatitis B a las personas que realizan tareas de cuidados de las personas que incluyen la exposición a sangre/fluidos corporales.
El empleador también debe proporcionar información y capacitación a los trabajadores para que sigan sistemas de trabajo seguros.

Estudio de caso
Una enfermera extrajo sangre de un paciente y colocó la aguja usada en una bandeja, mientras etiquetaba las muestras. Cuando sustituyó las muestras etiquetadas en la bandeja, entró en contacto con la aguja usada y se pinchó. Afortunadamente, la aguja no estaba contaminada con patógenos nocivos (como el virus VIH o la hepatitis).

Qué medidas adoptó el empleador

Introdujo nuevos procedimientos. Incorporó recipientes para desecho de objetos punzocortantes a las bandejas donde puedan colocarse de inmediato las agujas usadas tras la inyección o la obtención de la muestra. También instauró un procedimiento de cuidado preventivo de terapia triple en caso de pinchazo por aguja.

Ampliar información
  1. Manual sobre el VIH/SIDA para inspectores del trabajo
  2. Directrices para evaluar el riesgo biológico