Los datos financieros y en materia de resultados fiables y actualizados periódicamente son un componente esencial de la información, el seguimiento, la presentación de informes y la evaluación de los progresos hacia el logro del trabajo decente para todos y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Como organización orientada hacia los resultados, la OIT utiliza datos abiertos para compartir el progreso en materia de desempeño con sus mandantes, socios y el público en general. La OIT considera que la transparencia es parte del proceso más amplio de gobernanza informada y aprendizaje organizacional. La transparencia convierte a la OIT en un socio fiable y garantiza su rendición de cuentas.
Mejorar la transparencia significa:
establecer una base empírica para los resultados obtenidos;
proporcionar información sobre cómo, dónde y para qué la OIT utiliza sus recursos;
garantizar un uso óptimo de los recursos;
mejorar la coordinación entre los que reciben y los que contribuyen al apoyo de la OIT y aumentar la coherencia en el sistema multilateral;
Sobre la base de un plan de acción en varias fases, la OIT también está estudiando cómo puede mejorar sus propios sistemas y abordar cualquier laguna en su capacidad actual para recopilar, gestionar y publicar datos financieros y en materia de resultados.
La OIT tiene el firme compromiso de prevenir fraude y otras prácticas proscritas, y promover activamente una cultura de lucha contra el fraude entre funcionarios, colaboradores externos, beneficiarios de subvenciones, entidades asociadas en la ejecución y proveedores. La OIT aplica una política de tolerancia cero con las prácticas proscritas. Los procesos de la Oficina para denunciar diferentes tipos de prácticas proscritas y la subsiguiente investigación, revisión/recomendación, decisión y sanción (en su caso) se muestran en el diagrama de flujo siguiente: Los esfuerzos de la OIT para la mejora continua se basan en una larga historia de apertura, transparencia y rendición de cuentas en todas las operaciones de la OIT, que incluye:
un papel destacado para la evaluación, gestionada por la Oficina de Evaluación (EVAL) de la OIT en consonancia con la Política de evaluación y la Estrategia de evaluación de la OIT, como herramienta de rendición de cuentas y aprendizaje organizacional para ayudar a los mandantes y miembros del personal de la OIT a apoyar el trabajo decente y la justicia social;
una política sobre la divulgación de información al público para garantizar que la información sobre las políticas, estrategias y actividades operacionales de la OIT esté disponible para el público más amplio posible;
un Comité en materia de responsabilidad y un Comité de Examen de los Proveedores, que examinan los casos de presuntas prácticas fraudulentas y otras prácticas prohibidas que involucran a funcionarios/ex funcionarios de la OIT o proveedores externos, y formulan las recomendaciones apropiadas al Director General o al Tesorero y Contralor de Finanzas para las medidas disciplinarias o sanciones.
un Comité Consultivo de Supervisión Independiente que examina y supervisa las cuestiones de gobernanza, rendición de cuentas y éticas, informando al respecto al Consejo de Administración;